lunes, 6 de julio de 2009


Hemos trabajado duro y nos merecemos este monumento; aunque con un toque de ironía para que no se nos suba a la cabeza.

1 comentario:

Almadrabero dijo...

Yo sólo sé que, cuando tengo ahora un problema en la vida, veinte años después de haber sido pupilo de Carmelo, le hago la planta, el alzado, el perfil, lo paso a perspectiva y, si no encuentro la solución al mismo, utilizo la técnica del punto super-gordo y lo borro, jajaja. Que recuerdos Dios mío. Y qué santa paciencia tenía y supongo que sigue teniendo este hombre. Un fuerte abrazo desde Zahara de los Atunes.

Fdo. Un alumno con apellido radiactivo y peso atómico 84.